Pero muchos cambió después del instituto.
Un extraño como él nunca debería haber terminado en la misma fiesta de Halloween que ella. Nunca debería haber sido capaz de vencerla en un juego de Bebe o reto. Nunca debería haber podido humillarla delante de todos. Perder el juego significa tomar el atrevimiento: atreverse a servir a Manson durante toda la noche como su esclava. Es un reto que el orgullo de Jessica -y la curiosidad- no le permite negarse. Lo que surge es un oscuro juego de placer y dolor, miedo y deseo.
¿Es solo un juego?
¿Solo venganza?
¿Un mero reto?
¿O es algo más?
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